13 de mayo de 2012

MI HOGAR ES MI REFUGIO


Me fascina la arquitectura. Poder crear edificios que serán el deleite de otros. Espacios armoniosos, extravagantes, poco convecionales, llamativos. Desde pequeña he estado en contacto directo de ella. Recuerdo visitar obras en construcción con mi hermana y subir y bajar por escaleras sin peldaños que eran solo rampas. Jugar entre ladrillos amontonados en el suelo con nuestro casco en la cabeza. Pintar en el suelo donde írian las futuras habitaciones, el salón,el baño, la cocina... Ver planos y mas planos, planos enormes. Tal vez debería haber estudiado arquitectura, pero la consideré una carrera demasiado difícil para mi inteligencia tan limitada...., y lo sigo considerando, así que no me arrepiento de no haberlo hecho. Por eso quizás he buscado acercarme lo mas posible a ella a traves de mi trabajo actual, aunque en realidad lo que hago no tenga nada que ver al final. En mi tiempo libre  paso muchas horas viendo revistas de decoración, leyendo artículos sobre materiales novedosos, bicheando por internet. Es por ello que hoy subo esta foto al blog. Me gustan estas formas rectas. Las paredes iluminadas tenuamente por el suelo en contraposición con la luz natural a raudales que entra por la claraboya con forma piramidal. Me gusta el que una pared sea sólida y la otra tenga un par de ventanales tan grandes y cuadrados. Me gusta la sentación de camino que se estrecha, la altura, el color del suelo frío y de las paredes cálidas. En fin, que esta esquina recoge con una simpleza enorme lo que es la vida, un camino gris, que en ocasiones se estrecha, en el que a veces nos entra un poco de mas luz si el día es soleado, con una sola dirección y franqueado por paredes muy altas que nos recuerdan que hay que seguir caminando hacia el frente, y en el que de vez en cuando hay unos grandes ventanales a modo de vías de escape, alicientes o sorpresas. La arquitectura es vida, mas la vida pasará y la arquitectura permanecerá por siempre.

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