No seré un grano mas de arena en la playa. No me confundirás con el resto, pues seré tu roca.
Desde siempre te soñé. Jugaba a adivinar cómo serías. Me imaginaba tu cara, tu caracter, tu compañía. Desde el primer instante te sentí mía. Viví en primera persona tu creación.Como desde la mas absoluta nada, empezaste a crecer y a ocuparlo todo. Te cuidaba como un grano de arroz. Te mimaba para que nada te dañara. Te alimenté para que crecieras.
Y ahora nada podrá separarme de tí. Siempre estaré a tu lado. Aún en la distancia, en los años, en las diferencias de opiniones. Seré tu roca, tu apoyo. Tendrás de mí lo que quieras aún sin pedirlo. Te escucharé sin reproches. Te animaré en tus éxitos, te acompañaré en tus derrotas. Te daré consejo y te dejaré hacer. Porque lo eres todo, lo abarcas todo, lo llenas todo. Te quiero Sara.
¡Esto es telepatía!
ResponderEliminarTe iba a decir que eché en falta tu articulo de Abril y me encuentro con esta "belleza".
He de decirte que me ha sorprendido muy gratamente el contenido.
Tiene mucha fuerza, una gran carga de ese sentimiento tan puro, tan grande e ilimitado, que es el del amor.
Gracias Cristy por tus palabras. Hasta mañana.
ResponderEliminarSandra me dejas extasiada cada vez que te leo , gracias por compartir tanta belleza literaria. Un abrazo.
ResponderEliminarEstoy segura de que compartes el sentimiento. Los hijos generan un sentimiento único, inigualable con ningún otro e imposible de traducir. Gracias a ti por estar.
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